Emprender. Una palabra muy manida desde que empezó la crisis económica en nuestro país. En los diferentes medios de ámbito nacional y regional nos cansamos de ver cómo la Administración, el gobierno y diversas entidades transmiten la idea de que apuestan por la recuperación económica a través del apoyo al emprendimiento.
Todos ellos quieren fomentar el emprendimiento y todos ellos crean infinidad de propuestas para ayudar a emprender, para motivar, para sensibilizar. Pero la realidad no es tan de color de rosa.
La "cultura" de emprender en España
Eros Zapata
La primera de las claves de nuestra “cultura” emprendedora la encontramos en la formación. Cuando se les pregunta a los alumnos en los colegios e institutos “¿Qué quieres ser de mayor?”, la gran mayoría de ellos no van a responder “Quiero ser empresario”. Muchos te responderán futbolista, astronauta, modelo, médico, enfermera… Profesiones perfectamente válidas y respetables todas, pero ninguna de ellas relacionada directamente con el mundo empresarial.
Uno de los problemas más importantes para los emprendedores en España es la financiación, o más bien la falta de esta. Según un estudio llevado a cabo por Regus, proveedor mundial de espacios de trabajo flexible, un 89% de los empresarios españoles considera la falta de financiación el mayor obstáculo para emprender un negocio hoy en día. Los siguientes problemas señalados son la falta de apoyo por parte del Gobierno (73%) y la burocracia (71%).
Se pensaba que con la nueva Ley de Emprendedores el ejecutivo sí ofrecería más ayuda pero esto solo se ha cumplido a medias. Según la UATAE (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores), esta ley “establece algunas medidas interesantes, sin embargo no entra en el fondo de los problemas reales de los autónomos y las microPYMES; la financiación y la paralización del consumo en un contexto de crisis profunda y duradera".
En definitiva, es fundamental que los poderes públicos fomenten la cultura del emprendimiento, pero un emprendimiento responsable. Tener un buen proyecto, capital, asesoramiento, formación específica son factores esenciales para otorgar a la actividad y al emprendedor las herramientas necesarias para sacar adelante su proyecto, generar riqueza y empleo.